top of page
tarot y mitología

El Mago , un buen comienzo ...



El Mago – I

Diario de los Arcanos

✨ Reflexión personal

Por Aurora Escales

Cuando, por primera vez, tuve entre mis manos una baraja de Tarot, no imaginé hasta qué punto iba a formar parte de mi vida, de mi conciencia, de mi ética y mis principios como ser humano.

El Tarot, cuyo nombre puedo repetir hasta el infinito sin cansarme, representa a mis ojos una escuela de vida, un refugio donde encuentro aliento y un camino sin fin que me conduce a lugares recónditos de la historia, lugares recónditos de la personalidad, lugares a descubrir sola o acompañada. Un camino que se deja andar poco a poco mostrando con generosa ternura sus secretos, sus velados personajes, sus mensajes... su magnético misterio.

Camino de fuerzas y energías aún no mensurables por el ojo humano, pero que operan a niveles mucho más sutiles que lo que nuestros presentes cotidianos pueden percibir conscientemente.

Y es ahí, en el mundo simbólico del inconsciente profundo, donde el Tarot nos reúne a todos en una fantástica celebración de los sentidos no visibles y en una suerte de comunicación que traspasa la experiencia "normal" para penetrar en esa otra experiencia que tiene muchos nombres, pero que para mí es pura naturaleza en su más alto nivel de conocimiento y expresión.

Siempre, toda mi vida, pensé que mi mente no termina en mi mente, que mi mano no termina en mi mano, que mi amor no termina en mí... Y es ahí, en ese punto intermedio entre un tú y un yo, más allá de los límites tangibles, donde encuentro al Mago, a la Sacerdotisa, al Emperador, al Papa... y es ahí, cuando los veo e inundan el momento, cuando precisamente el momento ya no existe.

Solo existe la conjunción de emoción, lenguaje, sentires que se hacen palabra para poder traspasar la membrana que los separa de su mundo al mundo consciente. Amablemente, los arcanos transmutan, se relacionan, crean asociaciones, crean lo que podemos comprender y lo transmiten a la mano que los ama. Porque, eso sí, como dije al principio, cuando por primera vez tuve entre mis manos una baraja de cartas de Tarot, nunca me imaginé hasta qué punto, anclado ya para siempre en mi corazón humano, los amaría profundamente.

🔍 Trazado histórico y simbólico

En el Tarot de Marsella, el Mago –a veces llamado el Bateleur– aparece como un joven aprendiz, un artista callejero, un taumaturgo que extiende sobre su mesa los objetos del mundo. Su figura contiene la paradoja del que empieza y del que ya sabe: inicia el camino, pero ya lleva consigo las herramientas.

Su nombre original, Le Bateleur, alude a los antiguos malabaristas, bufones y feriantes que no solo entretenían, sino que eran portadores de saberes antiguos, transmisores orales de misterios escondidos entre risas y trucos. En la Edad Media, muchos de estos personajes eran vistos con sospecha… y también con reverencia. ¿Eran charlatanes o sabios disfrazados?

Hay en él un eco del Hermes griego, el dios mensajero, el mediador entre los mundos, inventor de las letras y protector de los viajeros. Hermes, como el Mago, sostenía en su mano el caduceo, símbolo de equilibrio entre opuestos, y se desplazaba entre el mundo visible y el invisible. También guarda una misteriosa correspondencia con Thoth, el dios egipcio de la sabiduría, la magia y la escritura sagrada: ambos son guardianes de los secretos del lenguaje y de los símbolos.

La mesa del Mago es su altar, su escenario y su laboratorio. Allí vemos el puñal, el vaso, la moneda y el bastón (símbolos de los cuatro palos del tarot), anticipando ya que este personaje tiene acceso a todas las dimensiones de la existencia: la acción, el pensamiento, el sentimiento y la materia.

Curiosamente, en las primeras versiones de esta carta (como en el Tarot de Jean Noblet), el Mago no parece tan confiado: una de sus manos parece esconder algo bajo la mesa, y su postura es más ambigua. Esto ha llevado a muchos estudiosos a ver en él no solo al iniciado, sino también al embaucador, al trickster, esa figura ambivalente de muchas mitologías (como Loki, Hermes o el Coyote de los pueblos nativos americanos), que rompe las reglas, crea caos, pero también abre caminos a nuevas verdades.

Su número es el Uno. Unidad, comienzo, chispa creadora. El Uno no es aún dualidad, pero ya contiene en sí la potencia del Todo. Es semilla, idea, verbo en su primer aliento.

🌿 Preguntas para meditar con el Mago

  • ¿Qué herramientas tengo ya en mis manos operando ahora mismo que aún no he reconocido ?

  • ¿Qué impulso nace en mí ahora, y estoy dispuesta/o a seguirlo sin miedo , con confianza?

  • ¿Cómo sería actuar con presencia, como si cada gesto fuera realmente tuyo, con conocimiento pleno?

  • ¿Estoy en mí ó estoy distraída?

  • ¿Qué quiero iniciar que aún no me he atrevido a comenzar?

  • ¿El verdadero truco del mago crees que consiste en hacer en tí visible lo invisible?

"Toda creación comienza con una mirada. El Mago ya está en ti."

Entradas recientes

Ver todo

3 Comments


Gracias. Muy interesante la referencia historica y bonita reflexion

Like
Replying to

Me alegro de que te guste , Fernando ! Muchas gracias por comentar 🥰

Like

💡 Obra registrada en Safe Creative (n.º Código de registro: 2505021635975)
Ver registro

bottom of page